martes, 24 de septiembre de 2013

Cuentos en Décimas I


Amor de terremoto
... para Viviana.

El puerto ‘e Valparaíso,
tiene historias sin igual
como esta que he de contar
si ustedes me dan permiso
Será pues mi compromiso
decir todo como fue
yo nada exageraré
ni diré verdad a medias               
ya que esta tragicomedia
le pudo pasar a usté.

Lo que ocurre en esta historia
pasó en esa larga escala
que bajando cincunvala'l
ascensor Reina Victoria
parece contradictoria
pero muestra en forma tal
y con claridad total
que el actuar de sus protagonistas
se ajusta pero a ojos vistas
al carácter nacional

Medianoche del mes de febrero
madrugada en la quinta región
cuando un firme remezón
a todos nos sacudió entero
cada cual tomó su apero
y arrancó tal como pudo
y no faltó algún puntudo
que el temblor pilló trampeando
y tuvo que salir arrancando
pilucho o  medio desnudo

Veintitantos años tendría
un joven de la ciudad
y fue tanta su ansiedad
que arrancó con lo que tenía
Así usted lo vería
con un calzoncillo atigrado
llorando todo asustado
con su primer terremoto
medio a la vista el poto
en plena calle botado

Temblando como gelatina,
cuando intenta la escala bajar
escucha el triste lamentar
de una voz femenina
Entonces la luna ilumina
a una mujer sorprendente
de cuerpo firme y turgente
vestida según él la ve
con un sutil negligé
cortito y semitransparente

Lloraba la jovencita
pues tenía mucho temor
de que siguiera el temblor
y ella ahí, triste y solita
Entonces recapacita
nuestro angustiado galán
y con gentil ademán
ofrece a la niña su brazo
para ver si paso a paso
logran bajar al plan.

Así fueron bajando de a pie
ella abrazada temblando
y él en el roce palpando
lo que había bajo el negligé
La niña por lo que se ve
lo encontró dulce y gentil
y hasta encontró varonil
que él joven hubiera llorado
y a su calzoncillo atigrado
le halló cierto sexappeal

Al joven por otro lado
hasta se le quitó la pena
y decía con voz serena
pisemos no más con cuidado
Tras cada peldaño bajado
La niña dejaba un chillido
que dicho en el mismo oido
del joven lo abochornaba
al punto que la imaginaba
dando otro tipo de gemido

Pero ella así continuaba
con sus sensuales gemidos
que el joven muy confundido
hacía que no escuchaba
Mas en vano se esforzaba
el compungido diablillo
porque un notorio bultillo
lo comenzó a traicionar
llegándolo a delatar
debajo del calzoncillo

Por fin pudieron bajar
llegaron a la calle Elías
junto a una botillería
pudieron la noche pasar
Cuando llegó el aclarar
y sus apariencia notaron
los dos se ruborizaron
soltando una carcajada
y cual si no pasara nada
a sus casas retornaron

Pasó una o dos semanas
y un día de mucho calor
se encuentran en el ascensor
de forma no concertada
Se buscarían con la mirada?
Vendria el momento de gloria?
Mas no, el final de esta historia
fue de esos inesperados
miraron para otro lado
como si no hubiera memoria

1 comentario:

  1. Se que tiene errores en la métrica, hay sílabas de más y sílabas de menos, pero son décimas para contar, por lo que me permito variaciones en el fraseo. Disculpen los maestros decimistas.

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